martes, 26 de octubre de 2010

Entrevista a Carlos Larraín

Carlos Larraín: “Si DC y PR no resultan en un año, cambio y fuera”

A veces se arranca a su estancia y se desconecta. Pese a mantener un tanto subterráneos los contactos con sectores fuera de la Alianza, éstos parecen vigentes.

Para el concejal de Las Condes Carlos Larraín (abogado, 67 años), la idea de ampliar la Coalición por el Cambio se ha transformado en su desafío personal. Por lo menos así lo siente y por ello mantiene en pie la idea de una nueva convergencia política, ante los “síntomas de descomposición” que -según advierte- hoy vive la “ex Concertación”. Pero la política no es la única pasión del presidente de RN. También práctica, y con frecuencia, la jardinería... no en la capital, sino en el extremo sur, donde posee tierras.

-¿Cada cuánto se va al sur?-Una vez cada cinco o seis semanas, a una estancia en Tierra del Fuego, cuatro horas al sur de Punta Arenas. Acabo de pasar algunas semanas allá, porque correspondía la esquila, uno de los momentos más importantes del trabajo del campo. Allá me dedico a plantar, porque soy medio jardinero, a arreglar la casa, porque no es precisamente un palacio y necesita mucho arreglo, no tenemos luz, y también ayudo en las faenas.

-¿Logra desconectarse de la política?-Si, estoy 100% conectado en una cosa distinta.

-¿Apaga su celular?-No, pero no hay mucha señal; aunque en la noche me pillan en la casa y contesto llamadas perdidas.

-¿Le gusta desconectarse de la política?-Me hace sumamente bien, me ventilo y se me olvidan algunas de las cosas menos agradables, y descubro que la política no es tan importante o es un poco menos importante de lo que uno piensa. En política me entretengo y creo que es muy difícil que la vida social funcione si no hay un grupo de gente que se dedique a la política. Lo ideal es que la gente se dedique a ella por turno, que no sean siempre los mismos.

-Usted es concejal de Las Condes. ¿Allí se siente cómodo o le gustaría ser el alcalde?-Quise ser alcalde, pero ya no fue. Ahora soy concejal y ayudo en lo que puedo. Ya cerré el capítulo de alguna alcaldía, porque he sido concejal 14 años y alcalde un año cuatro meses. Ahora le toca a otro.

-En forma reiterada ha sugerido ampliar la Alianza. ¿Cómo y hacia dónde la ampliaría?-Primero hay que sentarse a conversar con gente con quien se tiene una cierta afinidad de ideas y ver cómo se enfrenta el futuro, en temas como relaciones exteriores, un apoyo más eficaz a la familia, una mejora en la educación y un avance en la distribución de la riqueza. Con eso se puede apuntalar un gobierno.

-¿Dónde ve ideas más afines?-Somos republicanos como definición de principios y en ese campo nos encontramos a cada rato con la gente del PR y también con sectores de la DC o ex DC.

-¿No descarta una alianza con ellos?-No sólo no la descarto, sino que confío mucho en que de a poco las cosas vayan evolucionando hacia allá. Sobre todo porque veo claros síntomas de descomposición en la ex Concertación.

-¿Ha dado pasos en esa dirección?-Hemos tenido conversaciones con varias personas. Mi primer éxito fue haber influido para que Adolfo Zaldívar fuera nombrado embajador en Argentina, eso abrió varias posibilidades de trabajo con las personas que lo siguen a él, que son muchas.

-¿Esto es un desafío personal?-Es una idea que acaricio hace mucho y es porque me agradaría que hubiera un decantamiento de las fuerzas políticas. Me gustaría que RN tuviera un cauce más amplio e ir asegurando una prolongación de nuestro trabajo político, que tuvo el primer exitazo con la elección de Sebastián Piñera como Presidente.

-¿En qué plazo cree usted que se podría concretar esta eventual convergencia?-En un plazo mediano, no más de un año; si no resulta, cambio de tema, cambio y fuera.

-Ante las críticas que han formulado los senadores Andrés Allamand (RN) y Pablo Longueira (UDI), usted se ha manifestado receptivo. ¿Comparte el fondo de los cuestionamientos?-Hace tres meses publiqué un artículo cuando observé que no se estaba llegando más abajo en el esquema de la administración central, lo que dificultaba el trabajo del gobierno, porque el gobierno tiene caras y nombres. Sólo así se llevan adelante las políticas, a través de personas de carne y hueso. Luego hubo un par de episodios que causaron la reacción de varios parlamentarios y yo salí a decir que nuestros parlamentarios debían ser tomados en cuenta.

Después apareció la expresión de Pablo Longueira, que fue mucho más allá y yo lo compartí, pero sólo en parte.

-¿También considera que falta más participación de los partidos en el gobierno?-Falta un poco más de homogeneización del esfuerzo meramente técnico-profesional y del esfuerzo puramente político. Eso quiere decir que se entienda que el gran resultado profesional tiene siempre un alcance político. Pero éste es un tema de nunca acabar, todos los días hay que ir puliendo y aceitando el engranaje político.

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