Allende, a pesar de su limpia elección, comenzó a desconocer algunas leyes, a obviar disposiciones del Poder Judicial en contra de sus adherentes, creándose así un clima de desorden.
Sin duda que en la verdad histórica hay similitudes entre estos dos personajes: Adolf Hitler y Salvador Allende. Ambos fueron elegidos por votación popular... Hitler, por el Partido Nazi -tras la caída del imperio alemán- que en 1933 obtuvo 46% de los votos, con preferencias católicas y monárquicas. Allende obtiene 36% ante la ciega visión del centro y la derecha de Chile.
Hitler desde 1923 venía ejerciendo la violencia a través de sus grupos de asalto, que se encargaban de barrer de la faz de la tierra a todos los opositores; al contrario, Allende, que fue ministro de Salud de don Pedro Aguirre Cerda, estimaba que la población de Chile era esmirriada y por eso llevó a cabo la ingesta de leche obligatoria a todos los niños. Cuando asume Hitler como Canciller, legitima a sus grupos de choque y la violencia se entroniza en Alemania, al tanto que comienza a desconocer aspectos de la Constitución, a transgredir las leyes deviniendo en una tiranía diabólicamente ejercida por él y sus partidarios.
Allende, a pesar de su limpia elección, comenzó a desconocer algunas leyes, a obviar disposiciones del Poder Judicial en contra de sus adherentes, creándose así un clima de desorden, de desobediencia y caos, surgiendo los conocidos “resquicios legales” y las brigadas de choque, como la Elmo Catalán, la Ramona Parra y las despreciadas juntas de abastecimientos y precios (JAP), donde a los pobladores, muchos de ellos iletrados, se les atribuyeran poderes para distribuir los escasos alimentos que no estaban acaparados por la derecha. De esta forma se fue generando más violencia e irrumpió el germen de la corrupción, la que tal como aquélla empieza luego a tornarse incontrolable.
Vivíamos en la era de Piscis, que terminó con un Holocausto: 20 millones de rusos y 5 millones de europeos muertos, 6 millones de judíos inocentes exterminados en los siniestros hornos, en las cámaras de gas; dos bombas atómicas, la desolación en toda Europa por causa de la demencial Segunda Guerra Mundial y un grito de dolor que se extendió por Occidente y el entero mundo.
Y parece que los chilenos comenzaron a ponerse saltones con el ejemplo hitleriano y empezaron a mover sus piezas; crearon el Comando Rolando Matus y Patria y Libertad, que “bien bailaban” en esto de la violencia, y con 63% de los votos a favor en la Cámara de Diputados y la anuencia del poderoso Partido Demócrata Cristiano, se dio luz verde para quebrantar el régimen presidencial de Salvador Allende, que ninguno sabía cómo iba a terminar. Todo esto, eso sí, con la disidencia firmada por trece correligionarios democratacristianos, que sí previeron hasta dónde llegaría el gobierno de Pinochet, que para muchos se tornó en una gran tiranía. Pero la Concertación encontró atinada su economía y la aplicó. ¿Esto sería lo que quiso decir el ex embajador Otero en Argentina?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario