La forma que ha adquirido la expansión del PIB ha puesto en un lugar destacado del debate la reacción del Banco Central en términos de tasa de interés.
Sorprendiendo al mercado y las autoridades económicas, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente a mayo marcó un incremento de 7,1%. Se trata de la cifra más pronunciada desde junio de 2005, ocasión en que avanzó 7,2%. El dato hizo que los analistas subieran de inmediato sus proyecciones para el año, estableciendo un consenso en torno a 4,8%, esto es tres décimas por encima de lo que habían anticipado previamente. Mientras el Ministerio de Hacienda estima que el PIB se expandirá en 4,5%, el Banco Central ha preferido moverse en el rango entre 4% y 5%.
La interpretación general tras el guarismo de mayo apunta consistentemente a que se han superado los efectos negativos del terremoto del 27 de febrero (en marzo se registró una caída de -2,9%) y también parece haber quedado atrás el impacto de la crisis subprime que estalló en 2008 y que condujo a una contracción de 1,5% en el Producto en 2009.
Aunque casi todos los rubros experimentaron alzas, es claro que la locomotora del crecimiento después del 27-F ha sido el consumo. Los números en este sentido son reveladores: la variación anual del sector es de 19,1%. Desde luego la venta de bienes durables, como la electrónica asociada al Mundial y la renovación de automóviles, explica en significativa medida el salto del comercio. De hecho, las estimaciones para el próximo mes son más moderadas, precisamente porque el dinamismo de la demanda tendería a reducirse.
En este contexto, también se ha subrayado como indicio positivo la expansión de la industria, que crece después de un período flojo, si bien el rango -así como el de la construcción, la pesca y la agricultura- se sitúa todavía por debajo de lo que ha ocurrido con el comercio, transporte y comunicaciones y servicios.
La forma que ha adquirido la expansión del PIB en mayo desde luego ha puesto en un lugar destacado del debate la reacción del Banco Central en términos de su política monetaria. En torno a esto hay un punto de acuerdo: que el instituto emisor continuará normalizando la tasa de interés y que en julio la reajustará a lo menos en 50 puntos base dejándola en 1,5%. No obstante, los especialistas también creen que el precio del dinero mantendrá un perfil expansivo por lo menos hasta entrado 2011.
En este ámbito el ex presidente del BC Vittorio Corbo postuló ayer que el riesgo para los próximos meses es el de sobrecalentamiento de la economía, lo que exige medidas de contención de la autoridad. Cabe mencionar que incluso hay analistas que observan que la inflación podría superar el techo de la meta que se ha fijado el Central. A pesar de las prevenciones que se han manifestado en diversos niveles de análisis -el propio titular de Hacienda ha recomendado prudencia con las expectativas y además persiste la incertidumbre en el escenario internacional por la debilidad en Europa y la recuperación imprecisa en EEUU-, la cifra de crecimiento del Imacec constituye una muestra de consolidación de la reactivación y de confianza de las personas en la evolución de la economía.
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